lunes, 9 de febrero de 2009

La bascula no miente, el espejo tampoco. Los numeros y el reflejo tiran de tus ojos gotas pesadas rellenas de dolor, de gritos pidiendo ayuda, que a la mañana siguiente secas e intentas olvidar.
No es el peso que deberia aparecer y la chica del espejo aun no sabes quien es.


Ayer me pese. La bascula marco 42.100 kg.
Que bolita de grasa mas inutil.